Fotografía Serie Monumentos Monasterio de Samos Lugo Photo series Monuments Samos Monastery Lugo Spain
En Lugo, en la pequeña población de Samos, se encuentra el gran monasterio del mismo nombre.
A pocos kilómetros de Sarria y a unos pocos más de Monforte de Lemos.
Llama la atención por su belleza, su sencillez y su gran tamaño, relativizado mas por su entorno montañoso.
Llegando por la carretera se le ve aparecer detrás de unos maizales.
Su portada de entrada es impresionante y su claustro uno de los mayores de España. Próximo a él se encuentra una pequeña capilla prerrománica "rústica", permitaseme la incorrecta expresión, muy alejada de los cánones que cualquiera identifica como prerrománico pero, a la vez, muy sencilla con un bonito interior,
Samos, este Monasterio, pienso que es de esos lugares de muchos lugares de España, que están mas cerca de nuestros caminos de lo que parece y no nos enteramos que existen, merece la pena el paseo para verlo y fotografiarlo.
La amabilidad de sus monjes y guías es de destacar.
La amabilidad de sus monjes y guías es de destacar.
El monje más conocido que pasó parte de su vida en el Monasterio fue el Padre Feijóo cuya escultura se encuentra en la parte central de su patio.
Integran el complejo monástico dos claustros de dimensión desigual,
unidos entre si y flanqueados por achatados torreones. Adosados al
claustro grande por la parte noroeste, se encuentran su magnífica
iglesia y su esbelta sacristía. Tres estilos arquitectónicos intervienen
en su construcción y ornato: gótico, renacimiento y barroco. Solamente
se conservan como reliquias de un pasado multisecular, una portada y
otros elementos aislados de inspiración románica.
Los monjes del monasterio son benedictinos. No sabemos con certeza en qué momento aceptó la Regla de san Benito, posiblemente a mediados del siglo XI. Por una lápida, sabemos que a mediados del siglo VII el obispo de Lugo Emefredo lo restaura.
Los monjes del monasterio son benedictinos. No sabemos con certeza en qué momento aceptó la Regla de san Benito, posiblemente a mediados del siglo XI. Por una lápida, sabemos que a mediados del siglo VII el obispo de Lugo Emefredo lo restaura.
Lo que más impresiona al visitante al contemplar la fachada principal es
la portada barroca de su iglesia, que se presenta como un gran
rectángulo dividido en dos cuerpos y tres calles. Y le causará extrañeza
la horizontalidad de su terminación, por la carencia de frontón o de
ático central y del tercer cuerpo de sus torres. Esto imprime un sello
peculiar a esta portada, que, si bien le resta esbeltez, no logra
sustraerle majestuosidad y belleza. Le precede una señorial escalera,
del siglo XVIII, inspirada en la del Obradoiro de Santiago de
Compostela.
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