Fotografía. Arquitectura. Central de calefacción y pabellón de artes y oficios. Antigua fabrica de armas Oviedo. #architecture. Pavilions






 R201611
Recuerde que haciendo click en la foto se ve a mayor tamaño



En 1856 tuvo lugar la centralización de los talleres, escogiéndose el emplazamiento ocupado por el monasterio de la Vega, que fue derribado –si bien, algunas piezas arquitectónicas fueron depositadas en el Museo Arqueológico de Asturias-. Hasta ese momento los maestros armeros habían trabajado en sus casas o en pequeños talleres, realizando las piezas que luego se entregaban a la casa-fábrica situada en el citado palacio; tal mecanismo productivo, de carácter gremial, dio paso, al no poder satisfacer la demanda, a la creación de un gran taller industrial. Se abre así una moderna factoría dirigida por Elorza que en 1857 ya posee talleres de armería y maquinaria impulsada por vapor y da empleo a 700 armeros y 250 obreros auxiliares. La Fábrica de Armas de Oviedo produce modelos como las carabinas del 57, fusiles del 59 y, a partir de 1870, los Remington. En 1871 la demanda ocasionada por la Guerra Carlista hace elevar el número de trabajadores hasta los 1.000 obreros, alcanzando la producción de 30.000 fusiles y tercerolas. Antes de concluir el siglo XIX se diversifica la producción con modelos como el fusil Winchester para la Guardia Civil o el Mauser, arma reglamentaria del ejército. A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX se le irían agregando a la fábrica un almacén de madera, un economato y una cooperativa, viviendas para los encargados, una biblioteca, un museo y una escuela de enseñanza básica. Asociada a la fábrica se creó una Escuela de Aprendices, encargada de formar obreros cualificados. El origen de este centro se retrotrae a 1857, cuando se concluyó que los hijos de los obreros de la empresa debían tener derecho a trabajar junto a sus padres, a quienes correspondía adiestrarles en el oficio.
En (google translate)
In 1856 the workshops were centralized, choosing the site occupied by the monastery of La Vega, which was demolished - although some architectural pieces were deposited in the Archaeological Museum of Asturias. Up until that time the gilded masters had worked in their houses or in small workshops, making the pieces that were then delivered to the factory house located in the aforementioned palace; This productive mechanism, of a trade union character, gave way, not being able to satisfy the demand, to the creation of a great industrial workshop. This opens a modern factory run by Elorza, who in 1857 already owns armories and steam-powered machinery and employs 700 gunsmiths and 250 auxiliary workers. The Weapons Factory of Oviedo produces models like the carbines of the 57, rifles of the 59 and, from 1870, the Remingtons. In 1871 the demand caused by the Carlist War raises the number of workers up to 1,000 workers, reaching the production of 30,000 rifles and thirds. Before the end of the nineteenth century, production was diversified with models such as the Winchester rifle for the Civil Guard or the Mauser, a statutory weapon of the army. During the second half of the nineteenth century, a wooden warehouse, a commissary and a cooperative, houses for managers, a library, a museum and a basic school were added to the factory. Associated with the factory was created a School of Apprentices, in charge of forming skilled workers. The origin of this center goes back to 1857, when it was concluded that the children of the workers of the company should have the right to work with their parents, who had to train them in the trade.